Viendo la película “Big George Foreman” que trata sobre la vida de este boxeador, hay un momento de esta donde el cambia el boxeo por volverse un predicador de la palabra de Dios. Pero ocurre una situación particular y fue que un domingo en la iglesia que él pastoreaba, una mujer anciana llevó a su nieto para que Foreman le cambiará la vida así fuera entrenándolo en el boxeo.
Foreman estaba tan sumido en la obra pastoral y de predicación que despreció la petición de aquella abuela angustiada, diciéndole sencillamente que no era el boxeo quien lo sacaría de las malas amistades sino la palabra de Dios. A los pocos días mientras Foreman veía la televisión una noticia perturbadora apareció en pantalla, y era que aquel joven que su abuela llevó a la iglesia había sido detenido y encarcelado por robar en un centro comercial, y al parecer hubo intercambios de disparos donde una persona salió herida terminando en estado crítico en el hospital.
Foreman quedó devastado con aquella fatal noticia, su esposa le preguntó ¿qué pasaba? él le explicó con las siguientes palabras, “Ese mismo chico de la televisión, su abuela lo llevó a la iglesia el domingo pasado y me dijo que lo ayudara, pero fui tan presumido por sentirme tan lleno de Dios que fallé, su esposa le preguntó nuevamente ¿En qué fallaste George? Él respondió “Debí buscar a ese joven donde él estaba y no donde yo quería que él estuviera.”
Aquel hecho hizo que George Foreman iniciara un centro de entrenamiento deportivos para jóvenes y así tratar de sacar a muchos de ellos de las calles, lamentablemente la crisis económica volvió a llegar a su vida debido a los malos manejos de dineros al parecer hechos por su contador quien estaba perdido en el alcohol. Foreman termina volviendo al boxeo para reponerse económicamente, y Dios le permite ser campeón mundial de pesos pesados nuevamente, pero su vida en la actualidad es dedicada completamente al pastoreo y predicación en la iglesia.
Ahora, de toda esta historia de este reconocido boxeador y predicador, las palabras que pronunció cuando dijo “fui tan presumido por sentirme tan lleno de Dios que fallé,”son la que hacen mella en mi mente, debido que es una actitud equivocada que podemos tener en nuestro ministerio y que va a afectar a otros sino corregimos prontamente.
La falta de piedad en la vida de una persona y más en la vida de un cristiano puede ser fácilmente la causa de la peor derrota ministerial y personal que podríamos experimentar. La piedad se define como “La muestra de pena y compasión por la desgracia o el sufrimiento ajeno.” La piedad fue lo que mostró Dios por nosotros entregando a su único hijo nuestro Señor Jesucristo a morir en un madero y salvarnos del infierno eterno, la piedad de Dios es la que quedó plasmada en Juan 3:16 cuando reza “Pues Dios amó tanto al mundo que dio[a] a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (NTV)
La piedad es la que realmente debemos ejercitar en nuestros ministerios, sea iglesia local o misionera. Los ministerios cristianos sin una gran dosis de piedad serán ministerios huecos, vacíos y secos. No hay evangelio sin piedad, no existe un verdadero cristiano si su vida no es piadosa. Entonces preguntémonos ¿Cómo está la piedad en nuestra vida? ¿Es nuestro ministerio piadoso? sería sano reflexionar sobre este tema, porque lamentablemente hoy la iglesia carece de piedad y lo peor es que vemos que cada dia se llena mas de ego que de piedad, realmente reflexionemos.
Que Dios le bendiga.
Nelson Vergara
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