Durante muchos años realicé diferentes actividades como ingeniero industrial, pocas me dejaron grandes triunfos otra muchas en cambio grandes frustraciones. Algo estaba pasando en mí, no sabía lo que ocurría hasta que un día un amigo que gerenciaba una empresa logística me dijo lo siguiente: “Nelson tienes un gran problema, no te concentras en lo que sabes hacer.” Desde aquel momento entendí que la concentración no es solo fijar la atención en lo que estamos haciendo sino fijar la atención en hacer lo que hacemos bien.
En mi caso me concentré en “educar”
haciendo que esta labor en mi sea la mejor. Cuando inicie mi trabajo docente
con la universidad de San Buenaventura Bogotá, haciendo parte del equipo de
docentes de ciencias básicas de la facultad de ingeniería, observé que muchos
docentes tenían problemas en la parte de transferir el conocimiento. Las
matemáticas son complejas para todos, pero si el docente baja la presión al
grupo de estudiantes y potencializa hacer lo complicado fácil logra el éxito. A
esta combinación durante el estudio de mi maestría en ciencias de la educación
la denominé “Constructivismo Emergente.”
Fue tal mi concentración en desarrollar en
mis grupos de clase esta nueva filosofía que muchos estudiantes me decían
“Profesor no sabía que las matemáticas eran tan fáciles.” Pero no eran tanto
las matemáticas, era que llegué a la conclusión que si el estudiante no tiene
la presión del docente típico universitario que tiende a confundir para rajar
en el examen, sino que ven es una persona que les facilita su aprendizaje
mediante una enseñanza simple, para ellos es extraordinario.
Mi propuesta de “Constructivismo Emergente”
desarrollarla no puedo decir que es fácil, me toma días de entrenamiento y
dedicación a solas, pero al final crea el efecto de simpleza por muy complejo
que sean los temas. Ahora el éxito en esto lo logré no porque yo sea el mejor
matemático del mundo, o porque sea el mejor pedagogo que existe, tal vez en
esas dos cosas soy el peor, pero algo si tengo claro y es que mi gran habilidad
para volver las cosas difíciles fáciles es en lo que tengo que concentrarme.
Cuando hacemos bien algo y nos gusta
hacerlo muy de seguido podemos decir sin dudar que es una habilidad que tenemos
y que debemos desarrollar al máximo. El cuento que llega uno a la empresa y se
hace lo que ellos quieren porque no hay más, es algo que va a dar al traste
tarde o temprano. El éxito laboral y de vida está en hacer lo que nos apasiona,
a tal punto que nuestra concentración este al máximo en que eso que nos gusta
hacer sea maximizado en nuestras vidas.
Un ejemplo clásico es el cantante de música
dominicana Juan Luis Guerra, el cual desde temprana edad manifestó a sus padres
que él sería músico y cantante, sus padres no le sonaba mucho la idea, pero
tuvieron que aceptar la decisión porque se dieron cuenta que era su pasión.
Juan Luis se entregó tanto a su habilidad que se concentró en ella al punto que
estudio música en Berklee. Y fue de esta universidad que salió el gran proyecto
4 40, como un trabajo universitario que le solicitaron hacer. Hoy 4 40 es el
único grupo merenguero con formato de concierto, con grandes premios a nivel
nacional y mundial, con la música más estilizada de un ritmo popular, y su
éxito es tan grande que grabaron todo un disco cristiano y vendió como si
hubiera sido música regular.
En 1 Samuel 17:39 vemos al rey David enfrentar a Goliat, me llama la atención que Saúl le pone todo el vestido de guerra a David para que enfrente al gigante, pero David le dijo “Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué.” Entonces David echó de si aquella vestidura y lo que hizo fue bajar a pelear con Goliat con su honda, y fue con esta que mato a ese gran monstruo. Que podemos decir de esto, sencillo David se concentró en lo que sabía hacer, él en esos momentos no sabia usar la espada, menos la coraza de protección, pero lo que si sabía era como matar con una honda y eso fue lo que hizo, obteniendo la victoria.
Para terminar solo te doy dos concejos, el
primero, identifica que sabes hacer muy bien, y segundo toda tu concentración y
energía potencialízala para que seas el mejor en eso que sabes hacer muy bien.
Concéntrate en eso y veras el éxito como líder, como profesional, como persona,
etc. Muchas veces es mejor renunciar a trabajos que no nos apasionan por muy
bien pagos que sean, sencillamente porque vamos a hacer unos fracasados en la
vida.
Bendiciones
Nelson Vergara
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