Muchas denominaciones religiosas tienen el lema de “Pare de sufrir” y tenemos que preguntarnos si realmente ¿Paramos de sufrir? La respuesta más correcta es que NO, por la sencilla razón que vivimos en un mundo “Desgraciado” y esta palabra, aunque suena despectiva, encierra una gran verdad, y es que vivimos en un mundo que no posee la gracia de Dios, ósea “Desgraciado.”
La vida de todo ser humano en la tierra primero es corta, segundo es terrible y tercero puede ser fatal. Es corta porque por muchos años que nos parezca vivir en la tierra, no fuimos nada durante una eternidad y seremos algo durante otra que nos viene, ya sea en el cielo o en el infierno. Es terrible porque por muy rico o pobre, por muy blanco o negro, por muy alto o bajito o por muy gordo o flaquito, o por lo que seamos, vamos a padecer.
Pero lo único es que puede no ser fatal si en medio del caos de la vida nos aferramos a Dios, clamamos a Él y mientras pasan estos días malos de la tierra, Él nos da mediante su Espíritu Santo la paz que necesitamos. El cristianismo que es el legado de Dios, no es la solución mágica para los problemas de este miserable mundo, realmente la buenas nuevas de salvación de nuestro Señor Jesucristo lo que va a resolver es lo que viene, y es no caer en el sitio del castigo eterno, sino en el sitio del gozo eterno que es la gloria de Dios.
Para terminar solo te quiero decir que, si algún día te vendieron a Dios como el genio de la lámpara de Aladino, te engañaron, si algún día te dijeron que Dios te sacaría de pobre, te mintieron, si aun crees que Dios no te dejará morir físicamente en esta vida, no has entendido el evangelio de Cristo. Realmente somos miserables en esta vida hasta el final, pero si hemos creído en Jesús, lo que viene te aseguro que si será especial. Por eso lo mejor que podemos hacer es decir lo que Dios le dijo a Pablo en 2 Corintios 12:9 “Bástate de mí gracia.”
Que Dios te bendiga
Nelson Vergara
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