La Reforma Luterana, la salvación de la salvación


Mientras veía un noticiero por televisión, en una sección de este tocaron el tema de los quinientos años de la reforma protestante, por lo cual invitaron a un profesor especialista en historia y cultura de la universidad del rosario de Bogotá. Cuando a este le preguntaron sobre ¿Qué significaba la reforma luterana? La frase que uso para responder fue “La reforma luterana, fue la salvación de la salvación”. 


Viendo todo el argumento que dio este docente puedo decir con claridad que la intensión de estas palabras era resaltar que, si no hubiera ocurrido este hecho histórico, la correcta explicación de cómo Dios salva al ser humano, jamás la hubiéramos tenido en nuestras manos. 

Lo cierto es que, si Dios no toma a Martin Lutero y a Juan Calvino para llevar a cabo esta reforma, los hijos de Dios no hubiéramos degustado en esta vida la doctrina correcta. Es válido aclarar que la entrada al cielo no depende de si conozco o no la correcta doctrina, depende solamente de la gracia de Dios o dicho en palabras bíblicas “Es por gracia que somos salvos por medio de la Fe” (Efesios 2:8-9).  

Como todos sabemos Lutero fue un fraile católico agustino humanista, cuyo deseo fue que la iglesia volviera a ser como era en la época de los apóstoles (La iglesia primitiva), el Espíritu Santo al poner este deseo en Lutero lo que hizo con él fue develar a un grupo importante de personas los errores teológicos que la iglesia católica poseía,  y poder así iniciar una campaña para retomar los principios verdaderos del cristianismo bíblico tan necesario y ausente en aquel momento. 

De esto errores el más visible de la época de Lutero eran las indulgencias. Una indulgencia era la remisión o perdón (parcial o total) del castigo temporal que cumple una persona en el purgatorio por sus pecados. Para que la indulgencia se hiciera efectiva y la iglesia católica proclamara la absolución de dichos pecados, los familiares del difunto o las personas en vida debía pagar cierta cantidad de dinero. Entonces así la iglesia católica los perdonaba y podrían entrar al cielo. En palabras más campechanas “la iglesia católica romana estaba vendiendo por dinero la entrada al cielo de las personas”.

Hoy sabemos que esto era una estafa y un actuar muy típico del catolicismo, quien ha sido un sistema político más que religioso, cuyo deseo principal es el poder económico. Por otra parte, también conocemos que el purgatorio es un sitio mitológico creado por la iglesia católica con un fin financiero y que no posee base escritural. 

La biblia es clara en este punto doctrinal, todo ser humano cuando muere le espera el juicio (Hebreos 9:27) y luego entrara al cielo si es un hijo de Dios, pero sino sencillamente ira al infierno (Juan 5:24) de donde no saldrán jamás, así sus familiares hagan las oraciones, rezos, misas, cultos y paguen lo que quieran pagar a la iglesia. El caer en uno de estos dos sitios es por la eternidad, y realmente el estar en ellos será la verdadera vida que nos corresponde, porque si comparamos lo que duramos en la tierra con una eternidad, podemos concluir lo que dice la biblia, que la vida terrena es neblina que por un tiempo esta y luego desaparece (Santiago 4:14).

Pero para los bautistas reformados como mi persona, Lutero más que un rebelde o hereje como lo tildo la iglesia católica de la época, fue un héroe de la fe, al cual recordamos y agradecemos a Dios por guiarlo y permitirle hacer lo que hizo en bien de los escogidos del Señor.

Lamentablemente la iglesia evangélica de hoy está en una crisis doctrinal muy parecida en la que cayó la iglesia católica en aquellos tiempos y que por cierto se mantiene aún. Los evangélicos de hoy en su gran mayoría saben de Lutero, pero ni les interesa, peor ocurre con Calvino que no saben ni quién es y los que medio han oído de él lo han satanizado. Es bueno aclarar que el calvinismo para mí y para muchos es la óptica teológica que mejor interpreta a la palabra de Dios, es realmente la doctrina sana y fue la bandera que la reforma enarboló para proclamar la retoma de los fundamentos de la iglesia primitiva.

Hoy la reforma solo se vive en las pocas iglesias bautistas reformadas, en las presbiterianas y en algunas otras conservadoras, las cuales son escasas, pero como me dijo un pastor amigo alguna vez “Dios generalmente se mueve en lo pequeño”.  Un ejemplo típico de esto es Cartagena de Indias ciudad donde nací, solo hasta hace unos pocos años llego la primera iglesia reformada, su nombre es “Camino a la Cruz” y se encuentra en el barrio Armenia muy cerca a la sede de la cruz roja. Para los que la deseen conocer les dejo el enlace de su perfil en Facebook donde obtendrán más información de esta.  (https://www.facebook.com/hacialacruz/).

Para terminar, puedo decir que realmente la reforma no solo le dio el verdadero sentido que Cristo ha deseado para su iglesia, sino que transformo el mundo para bien, ya que si esta no hubiera ocurrido estuviéramos sometidos a sistemas religiosos opresores y no hubiéramos experimentado la verdadera la libertad, la cual solo se haya cuando se estudia la palabra de Dios y a través de esta se conoce personalmente a Jesucristo el Señor (Juan 14:27).

Que Dios te bendiga.

Por: Nelson Vergara