Sabemos que muchas de estas iglesias son centros de
distracción dominical, las cuales de bíblicas no tienen ni el más remoto
vestigio. Pero hay un grupo de iglesias que, aunque no forman parte de este
conglomerado también presentan una serie de errores en su doctrina, por ende,
no se pueden considerar como iglesias bíblicas. Esto se debió a que el
Arminianismo se popularizó por todos lados inoculándose en iglesias hasta de
sana doctrina, haciendo con esto un gran daño y cambiándolo todo. Este
movimiento fue impulsado por las Asambleas de Dios, las cuales se dieron a la
tarea de propagar su doctrina errada mediante seminarios teológicos que
engañaron a más de uno.
Hay tres puntos neurálgicos que incumplen las iglesias no
bíblicas. Y aunque parecen haberlos asumido, en la práctica realmente no los
cumplen. Estos puntos son:
La suficiencia de la Biblia: Una iglesia bíblica debe
proclamar “La suficiencia de las Escrituras” (2 Timoteo 3:16-17) lo cual
significa que las palabras de las Escrituras son, y han sido a lo largo de la
historia de la salvación, una amplia revelación de Dios para que la gente lo
conozca de manera salvadora y lleve a cabo su voluntad en sus vidas. La
suficiencia de la Escritura significa que no debemos ir más allá de la
enseñanza bíblica, cualquier esfuerzo por buscar la voluntad o las palabras de
Dios fuera de los 66 libros canónicos de la Biblia es un repudio funcional de
la suficiencia de la Escritura. De aquí podemos concluir que las iglesias que
aun buscan la palabra de Dios en profetas y apóstoles no se les pueden
considerar como iglesias bíblicas, y si se les puede tildar de heréticas.
La justificación por la fe: Somos salvos por gracias
(Efesios 2:8-9) y no hay obra humana para que un ser humano llegue al cielo.
Pero, aunque vemos a iglesias que predican la doctrina de la justificación por
la fe, aun predican que la salvación se puede perder. Cuando una iglesia
predica que la salvación se pierde está predicando algo que no está en la
escritura, en consecuencia, esta congregación es una iglesia que no se puede
considerar como bíblica y estaría más apegada a una práctica católica romana
que reformada. Por consiguiente, entra como dije en el punto anterior en la
clasificación de herética.
Las Doctrinas de la gracia: Toda iglesia bíblica predica las
doctrinas de la gracia. Un cristiano que no conoce estas doctrinas se le puede
considerar como un indocto del cristianismo. Aunque todo cristiano no tiene por
qué ser teólogo si debe conocer a cabalidad la doctrina bíblica para que su
desarrollo como creyente se pueda dar sin torceduras. Hoy vemos como en gran
parte de iglesias que se hacen llamar cristianas las doctrinas de la gracia
brillan por su ausencia. Es menester fundamental del liderazgo adoctrinar a
todo nuevo creyente en las doctrinas de la gracia las cuales podemos resumir
en: “Depravación Total” (Romanos 3:10-12), “Elección Incondicional” (Efesios
1:3-5), “Expiación Eficaz” (Juan 6:39), “Llamado irresistible” (1
Tesalonicenses 1:4-5) y “Perseverancia de los santos” (Juan 10:27-29).
Mg. Nelson Vergara
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