La primera es que muchas veces poseemos una óptica tergiversada de Dios. Dios no es el genio de la lámpara de Aladino que le pedimos y Él responde a nuestras peticiones como las deseamos. Dios es un Dios incomprensible por eso en la Biblia dice:
"Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!" (Romanos 11:33)
Dios generalmente mide si lo que se le pide conviene o no, muchas veces no da lo que pedimos porque es vanidad, la Biblia enseña:
"Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites." (Santiago 4:3)
O puede ser que nuestro comportamiento ha hecho división entre Dios y nosotros, por eso la Biblia muestra:
"Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír." (Isaías 59:2)
Tal vez hay que tener en cuenta que Dios si escuchó y si va a dar lo que pedimos pero es en su tiempo, por eso las escrituras nos dicen:
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora." (Eclesiastés 3:1)
Es muy complejo descifrar porque Dios en ocasiones contesta rápido o en otras no, o porque contesta de una forma y en otra de otra manera, Dios no es un ser humano que podemos hacerle un test psicológico y descifrar porque actúa así. Por eso lo mejor es seguir orando y esperar que su voluntad se cumpla en nosotros.
Bendiciones
Nelson Vergara
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