Todo sucede cuando oramos, no hay que ser el mejor o mayor teólogo, no hay que ser el más obediente, no hay que ser el más santo, sencillamente hay que creer que Dios está ahí escuchando lo que hablamos con él.
La oración es vital para la vida de todo creyente, es como el aire que necesitamos para respirar. La oración es un deleite para el que se apega a Dios, es algo que fluye sin tanto problema en todo aquel que busca la presencia de Dios y lo más importante es que produce los resultados sorprendentes para nuestras vidas.
En mi experiencia inicial como consejero de una asociacion cristiana en este 2022, he visto que la consejería mas que dar aliento a las personas con unas palabras y hasta con textos bíblicos es orar por ellas. Al inicio me afanaba un poco en buscar los frases correctas para que la persona se tranquilizara, pero vi a otro consejero que no decía mucho pero si oraba bastante. La oración tiene algo sobrenatural, realmente es una experiencia celestial y es el detonante para que Dios comience a hacer en nosotros y en las personas que están en la oración. La Biblia nos enseña en 1 Tesalonicenses 5:16-18 que: “Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.”
La oración cambia todo y nos fortalece en momentos de crisis, por eso puedo decir que las grandes victoria de nuestras vidas solo se consiguen cuando oramos, y cuando oramos nada pueda con nosotros, sencillamente porque Dios está allí, y como dice Romanos 8:31 “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Que Dios me le bendiga
Nelson Vergara
Comentarios
Publicar un comentario