Gracia irresistible indicador de salvación

La salvación que nos regala Dios es por gracia, la gracia es recibir algo que no merecemos. Alguna vez escuché a un predicador definir el amor de Dios, según lo que explico decía que el amor de Dios se divide en tres partes, la primera es justicia, la segunda misericordia y la tercera gracia. Para que entendiéramos nos hizo la siguiente caricaturización: La justicia es cuando un niño rompe un jarrón y su padre llega se entera de lo sucedido y le azota, la misericordia es cuando el padre llega se entera de lo sucedido, pero no hace nada y la gracia es cuando el padre llega se entera de lo sucedido y le da un regalo al niño.

La salvación de una persona inicia por una escogencia que Dios realizó antes de la creación del mundo como dice Romanos 8:30, los seres humanos que irán al cielo tienen un factor común y es que todos ellos fueron escogidos para eso. Parece injusto, pero no lo es, primero porque el ser que lo produce es Dios y de injusto no tiene nada, segundo todos los seres humanos debiéramos terminar en el infierno, y eso si seria justo, pero Dios en su gracia tomo a un grupo para que no se perdiera.

Ahora toda persona cuando viene a la tierra nace muerta en sus delitos y pecados (Efesios 2:1) y es por esto por lo que no posee la capacidad de buscar a Dios pues no poseen el entendimiento para hacerlo (Romanos 3:11) entonces para que se materialice la salvación en cualquier persona que haya sido escogida el Espíritu Santo de Dios debe operar regenerándola mediante un nuevo nacimiento (Juan 3:6), y es cuando la persona comienza a buscar las cosas del cielo como hábitos irresistibles para su vida. De las cosas del cielo que más buscan y se apasionan los escogidos son la oración, el estudio de las escrituras con cierta profundidad, el hablar de Cristo a otros, las ganas de congregarse para escuchar el sermón y compartir con los hermanos y el dar.

Por lo anterior puedo decir en mi experiencia de vida cristiana que los verdaderos escogidos de Dios, aquellos que degustarán el cielo eternamente tienen un denominador común y es que están tan apasionados por las cosas de Cristo que no pueden entender sus vidas sin estas. Solo imagínese a Juan Calvino viviendo una vida mundana sin cristianismo o a Charles Spurgeon en la misma situación, seria un adefesio pensarlo. Toda persona salva experimentará la gracia irresistible que tanto hablaron los reformadores, por lo cual es esta el indicador mas indiscutible para saber si una persona es salva o no. ¿Estás experimentando la gracia irresistible del Señor?

Que Dios me los bendiga

Nelson Vergara

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