Los juegos de loterías como los conocemos ofrecen volver rico al que atine al número ganador, en mi país Colombia existe loterías que dan premios ultramillonarios, y según cuentan la experiencia de haber acertado el premio mayor lo han vivido algunas personas. Por otro lado una gran mayoría han quedado chiflando iguana como decimos coloquialmente, debido a que las probabilidades de perder son tan altas que las de ganar ni se contemplan. Entonces ¿será que cada vez que una persona se gana una lotería recibe una bendición de Dios?
Conocí a un cristiano que decía que él jugaba las loterías que daban grandes premios porque entre los planes que Dios tenia para su pueblo es que fuera próspero financieramente. Para él las loterías eran un canal por donde Dios se podría glorificar y hacer que uno o varios de sus hijos quedaran en prosperidad financiera y así pudieran bendecir a otros y a la iglesia. Lo cierto es que Dios lo puede todo, y para Él no sería nada difícil hacer jugar las balotas a favor de sus hijos, pero ¿Será que esa es la generalidad de Dios?
Los cristianos debemos conocer cómo actúa Dios, con respecto a las loterías y mas las que dan grandes premios creo que no tienen nada que ver con Dios, son instituciones cuya filosofía y visión están completamente distanciadas del Señor. Creer que Dios necesita un medio como las loterías para bendecir su pueblo es un craso error, Dios puede bendecir a su pueblo sin usar el azar, Dios es fiel y Él tiene el tiempo y los medios de gracia no solo para que sus hijos puedan vivir prósperamente sino en paz y en comunión con Él.
Ahora el ganarse un premio de tal magnitud,como las loterías ofrecen, pienso que podría ser un arma de doble filo, ¿porque digo esto? sencillo, todos sabemos como las riquezas de este mundo desprenden al hombre de una verdadera adoración a Dios, los muchos bienes y capitales endiosan a los hombres, un ejemplo clásico lo podemos ver en la biblia (Mateo 10:17-30) cuando un joven rico se acercó a Jesús diciéndole que el cumplía con todos los mandamientos desde niño y Cristo le dijo que le faltaba una sola cosa por hacer y era repartir su riqueza a los pobres, el joven rico sintió tanto dolor que dejo al Señor y no le siguió.
En el salmo 4:7-8 leemos: “Tú diste alegría a mi corazón mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.” Este salmo nos deja claro que la alegría del hombre no es por la cantidad de bienes y dinero que posee, sino por la que produce Dios directamente en el corazón. Vale anotar que dentro del fruto del espíritu santo (Gálatas 5:22) está el “gozo” y este no es mas que el poder de Dios dentro del creyente, el cual como una fuente de agua viva fluye dando tranquilidad, paz, aliento y seguridad que Dios está plenamente con nosotros.
El mejor regalo que podemos tener es Cristo, Dios nos lo regaló sin cobrarnos un solo céntimo, Cristo es todo en nosotros, tengamos bienes o no, tengamos dinero o no, Él será el primero. Antes de terminar este artículo quiero expresar que durante mi vida no he tenido mucho dinero ni bienes que acumular, hoy solo poseo mi casa y un vehículo de mas de diez año, pero en lo que me gozo no es en eso exactamente, me gozo realmente en la obra de Dios, en la comunión diaria con Él, en su enseñanza día tras día en la biblia, en las cosas que Él ha hecho para mi como es mi familia, mi salud y la de ellos, mi vida y mi salvación. El cristiano no necesita mucho, necesita una sola cosa y no es la lotería, es Cristo.
Que Dios les bendiga
Nelson Vergara
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