Podríamos decir que esa es la pregunta del millón, pero tenemos que irnos a la palabra de Dios para saber lo que ella nos dice. Muchas doctrinas y teólogos han debatido esto por siglos, es más las corrientes teológicas que identifican a la cristiandad están divididas al respecto. Pero, aunque estas están divididas el Espíritu Santo de Dios en la biblia nos presenta la verdadera respuesta.
Lo primero que hay que decir es que declarar que un cristiano nace o se hace realmente tiene una implicación bastante fuerte en la vida de los seres humanos, por eso la Soteriología de la doctrina bíblica es la que realmente nos da claridad sobre el asunto.
Desde que llegué a la iglesia cristiana entendí el principio de salvación del ser humano, Dios en su misericordia y gracia nos regaló la salvación de nuestras almas. Toda persona que experimentará el cielo después de su muerte es porque recibió de Dios la salvación de su alma. Entonces lo que nos estamos preguntando es ¿Lo recibió por cuenta propia o porque Dios lo planeó así? Reconozco que el hombre posee libre albedrio para todas las cosas, pero hay una sola cosa en la cual el hombre no tiene el poder de decidir y es en la salvación de Dios para él.
Por lo anterior podemos decir que la salvación o el ser cristiano realmente no es decisión de ninguno de los hombres, la obra de que una persona obtenga el título de ser hijo de Dios solo es del padre que esta en los cielos. ¿Esto implica que Dios escoge a la persona? Si es demasiadamente clara en este sentido la biblia. Podemos ver el texto de romanos 8:29-30 donde claramente se nos enseña que los hijos de Dios fueron predestinados para tal fin.
La biblia dice que todo ser humano en su estado natural esta muerto en sus delitos y pecados (Efesios 2:1) es claro que el estar muerto en nuestros delitos y pecados es estar muerto espiritualmente, por ende, es estar separados completamente de Dios, al punto que se nos considera como enemigos de Dios (Romanos 5:10-12). Si partimos del hecho de estar muerto espiritualmente, entonces podemos estar seguro de que ningún ser humano en ese estado va a buscar a Dios y mucho menos a entenderlo (Romanos 3:11).
Todo esto nos lleva entonces a la gran conclusión que un cristiano es aquella persona que Dios predeterminó para ser su hijo, a este durante su vida terrena el Espíritu Santo de Dios lo hace vivir espiritualmente (Regeneración) para que así pueda entender y comprender que Dios es su padre y señor. Hasta el sol de hoy no habido un ser humano que sea cristiano que no haya experimentado la operación de Dios en él, imposible que exista, todos pasamos por una regeneración la cual conocemos con palabras más sencillas como “un nuevo nacimiento” (Juan 3:1-21).
Para terminar solo me queda decir y es la tapa de este artículo, que todo aquel que Dios regenera lo hace para siempre (Filipenses 1:6), de allí podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que la salvación no se pierde, y cuando hablo este tema no me estoy refiriendo a Cristo como la salvación porque erradamente he escuchado predicadores que sustentan la falsa doctrina de que la salvación se pierde distorsionando el significado de esta.
La salvación que es Cristo, que proviene de Él también es el estado en que todo creyente queda cuando es regenerado, por eso hay que hacer la distinción para no confundirnos, Cristo es el salvador y nuestro regalo inmerecido es la salvación. La salvación es el tiquete imperdible que se nos entrega para vivir eternamente con Dios, entonces ¿diremos que se pierde? jamás, decir eso sería blasfemar contra Dios, por eso hay que tener mucho cuidado cuando expresamos esto.
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