Desde que se desato la alerta a
nivel mundial del Coronavirus, muchos líderes cristianos especialmente de la línea
carismática comenzaron a remprender y a declarar que este virus no podría alcanzar
al pueblo de Dios, por otra parte, hubo alguno que lo ataron interpretando mal la
porción de Mateo 16:19. Es más muchos declararon desautorizarlo según ellos
para que desaparezca de la humanidad y no afecte a nadie.
Pero la realidad bíblica es otra,
los cristianos igual a los no creyentes estamos en las mismas condiciones ante
una epidemia de este tipo. Ahora sabemos que Dios tiene cuidado de nosotros y
ese cuidado inicialmente es darnos el discernimiento para que cumplamos con las
medidas medicas y de prevención que las autoridades han dictaminado.
Ahora si algún cristiano es
afectado por el Coronavirus, es muy claro el mandato que Dios nos dejó en Santiago
5:14-15 donde la biblia nos enseña:
“Si alguno está enfermo, que haga
llamar a los ancianos líderes de la iglesia para que oren por él y para que lo
unjan con aceite en el nombre del Señor. Si esa oración es hecha con fe, sanará
al enfermo y el Señor lo levantará. Si ha pecado, el Señor lo perdonará.” (Biblia
PDT)
Note que en este mandato bíblico
solo se nos llama hacer dos cosas, las cuales son las únicas dos cosas que
realmente debemos hacer cuando se presentan estos casos de pandemia. La primera,
es orar por los enfermos y la segunda ungir con aceite al enfermo en el nombre
de Jesús.
Deseo explicar un poco las dos
acciones, la más conocida en el argot cristiano es la oración, la cual también se
nos dice en Santiago verso 16 capitulo 5 que: “La oración eficaz del justo
puede mucho.” El orar más que una práctica debe ser un hábito en todo creyente,
sabemos que tenemos días en que nuestra oración no es abundante como hay días en
que, si lo es, lo importante es tener un espacio diario sea corto o largo para
entregarnos al Señor en oración exponiendo nuestras peticiones para que se haga
su voluntad sobre ellas.
Cuando tenemos un enfermo en casa
o que sabemos de este ya sea por información de un amigo o pariente debemos
ponernos a la tarea de orar por esa persona, no importa si es creyente o no, lo
importante es que nuestras palabras lleguen a Dios y Él tome la decisión justa
para este enfermo. En estos momentos donde una pandemia acosa a las naciones
debemos orar por los enfermos, aunque no los conozcamos, debemos clamar porque
el virus no se propague más y debemos pedir que si nos contagiamos seamos
cubierto por el poder de Dios para nuestra sanación.
En la porción de Santiago 5:14-15
lo que sana al enfermo es Dios en respuesta a nuestras oraciones, no es tan
importante las personas que oren o el aceite que se use (Ya explico esto) sino las
oraciones que se hagan para que Dios responda y sane. Alguien alguna vez decía jocosamente
que Dios responde oraciones y si no existen estas pues a que va a responder.
Claro esta que Dios es autónomo y sin oraciones hará lo que su voluntad desee,
pero si es cierto que su palabra nos manda a solicitarle favores mediante la oración.
Ahora lo del aceite, por muchos, tanto católicos como evangélicos han creído que el aceite aquí es una representación
del aceite físico que muchas veces se uso en el antiguo testamento para ungir
reyes. La realidad es que el aceite que aquí se menciona es una alusión a la
medicina. Cuando el Espíritu Santo a través de Santiago nos dice que usemos
aceite para los enfermos lo que nos esta diciendo es que recurramos a la ciencia
médica. Los cristianos debemos ir al
medico y orar por nuestra sanidad, Dios se glorifica en la ciencia por lo cual
el nos pide usarla y orar para que su poder a través de la ciencia trabaje para sanarnos. Para mas información sobre este punto doctrinal dejo el siguiente enlace: (Lea el artículo sobre "El aceite usado en Santiago 5:14")
Para concluir solo me queda decir
que aumentemos la oración para que el Coronavirus pase sin hacer tanto estrago
y apoyémonos en las indicaciones que nuestros gobiernos y los médicos han dispuesto
para prevenir el contagio o sanarlo.
Que Dios me les bendiga
Nelson Vergara
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