Leyendo el libro de proverbios 5:21
de la versión Nueva Traducción Viviente (NTV) se topa uno con una de las cosas
mas cierta de la vida, y es que el hombre que hace riquezas mediante la trampa
y el soborno termina sus días siendo pobre. En nuestra sociedad actual muchos
meten la mano en este fuego por la ambición de tener dinero, pero al final de
sus días el quemón de haber echo eso les termina ardiendo en la piel.
En las empresas de hoy o tal vez
de siempre hemos visto como se juega con el negocio más en los departamentos
financieros donde se maquilla la artimaña, se ajusta el engaño y se miente sin
temor a Dios, para poder así lograr objetivos contables ya sea para la empresa
o para quienes lo manejan. Muchos piensan que nadie los ve y que nadie se va a
enterar, pero como dice la escritura “Porque no hay nada oculto que no haya de
ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz.” (Marcos 4:22) y por
ende al final lo más seguro es que tendrán su merecido.
Cuando la biblia nos habla que
terminan en la pobreza es literal, casi todos ellos terminan sin dinero, pero
hay casos donde terminan con dinero, pero pobres espiritualmente o físicamente,
lo cual son pocos. Por otro lado, tenemos que tener en cuenta que hay un grupo de
ellos que Dios no los afecta tanto por misericordia tal vez porque son personas
que están rodeadas por cristianos y Dios necesita de ellos para un objetivo con
su pueblo. Pero en fin por muy somero que sea la repercusión final no será jamás
igual de buena a la de aquel que tuvo dinero honradamente.
Para la muestra un botón, en los
años 80 conocí a una mujer que vivía con un tío millonario, este hombre era
director de una multinacional en Latinoamérica. Cada vez que visitaba a esta
amiga en su casa podía ver que habían estacionados varios carros marca Mercedes
Benz último modelo, camionetas automáticas y la casa llena de lujos hasta mas
no poder, que por cierto era una mansión pues media por lo menos al ojo 500
metros cuadrados.
Para no alargar la historia, este
hombre hizo dinero mediante negocios turbios en su empresa, adicionalmente fue
un despilfarrador de bienes con mujeres al punto que podría catalogarse como uno
de los fornicarios mas reconocidos por la sociedad donde vivíamos. ¿Qué ocurrió?
Ocurrió que se le cumplió la palabra, hoy es un mendigo que tienen que llevarle
la comida y algunos amigos dejarlo dormir en sus casas porque su pobreza es tal,
que nadie que lo conoció en aquel entonces lo creería.
Si usted lee el verso tres de
este mismo capítulo de proverbios en la NTV dice: “Al Señor le agrada más
cuando hacemos lo que es correcto y justo, que cuando le ofrecemos sacrificios.”
Dios se agrada del que hace lo correcto, cuando hablamos de lo correcto es
aquella persona que no es perfecta, pues nadie es perfecto, pero que trata a
como de lugar de no involucrarse en cosas ilícitas e indebidas. Dios desea que vivamos honradamente, y muchas
veces nos pone a prueba para ver que hacemos.
Mientras me encontraba pasando
una de las situaciones económica más terrible que he padecido entendí que era
Dios probando mi integridad, tuve oferta de todo tipo, entre ellas lavar dinero
en grandes cantidades. Recuerdo aún, que recurrí donde un hermano pastor le conté
lo que me estaba aconteciendo y la respuesta que me dio me maravillo. El en su sabiduría
me dijo “Nelson, el camino de Dios es duro, largo y parece oscuro, pero al
final en esta tierra y en la próxima gozaras de la luz que nunca se agota y que
llena hasta los tuétanos.”
Hoy te animo hacer integro, a no
decaer, Dios en su tiempo pagará a cada persona lo que le corresponde, al malo
y perverso sus cadenas, y al integro y confiado sus riquezas, por lo cual solo
espera en Dios sin meterte en lo turbio e indefectiblemente Él te dará nuevas
fuerzas como al águila (Isaías 40:29-31).
Que Dios te bendiga
Nelson Vergara
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