¿Es la muerte el fin de todo?


Para muchas personas la muerte es el fin de todo, pero creer esto es lo mas irracional que puede existir. Si vemos la vida llegamos a la tierra después de haber vivido una eternidad sin ser alguien y si fuera verdad la postura de que no hay nada después de la muerte la pregunta que tendríamos que hacer es ¿para que la vida entre dos eternidades?

Una vida entre dos eternidades es nada, millones de años antes y millones de años después sería una experiencia sin sentido, ¿De que serviría? ¿Qué lograría con eso el que diseño todo esto? Lo cierto es que vivimos en un mundo que tiene un diseño inteligente, sabemos por física básica que la nada no produce nada, por ende, algo o alguien nos creó y lo más contundente es que lo hizo pensando.


Es imposible que la creación fuera algo del azar, por ejemplo, vivimos en un planeta que orbita alrededor de una estrella que es el sol, esta tan bien diseñada su posición que tenemos la atmosfera adecuada, el clima adecuado y todas las condiciones para que los seres humanos nazcamos, crezcamos, nos desarrollemos y lleguemos a la muerte. No hay forma de decir que una explosión creo un orden, sería una gran contradicción pues ninguna explosión ordena nada.

La ciencia ha querido dar una explicación sobre la creación, pero aun con toda la tecnología que poseemos no se llega a nada en concreto. La evolución, el Big Bang o la generación espontánea no son más que teorías obsoletas que ya nadie cree, solo aquellos que desean que estas fueran ciertas para poder negar la existencia de un creador.

¿Entonces que hay después de la muerte? Científicamente solo se puede decir que después de la muerte el cuerpo del hombre sin signo vitales se deteriorara hasta convertirse en cenizas, bueno si no se acelera este proceso con un horno crematorio, pero en estos linderos el hombre se tiene que agarrar de la fe. En mi caso y en el de muchas otras personas que hemo llegado a la fe cristiana, reconocemos que después de la muerte solo existen dos lugares donde ir y lo mas cierto de esto es que en el que caigamos será para durar toda la eternidad que viene y no tiene opción de salir.

El primero es el cielo y el segundo es el infierno, la biblia nos enseña que solo existen esos dos lugares, el cielo para aquellos redimidos que pertenecen al pueblo de Dios y el infierno para todo aquel que no haya sido salvado por la gracia de nuestro Señor Jesucristo. La biblia enseña que de inmediato el hombre muere se le realiza un juicio (hebreos 9:27) en el cual se le informará claramente hacia donde seguirá. No hay forma de escaparse de este juicio de Dios, no habrá excusa ni argumento que valga, todo está completamente transparente ante el Señor, nuestras palabras, nuestras acciones y hasta nuestros más recónditos secretos.

¿Entonces que debo hacer para no caer en el infierno? Aunque para el catolicismo romano, los cristianos Arminianos y otras religiones todo depende del comportamiento en la tierra y de militar en una religió o iglesia X, la realidad bíblica es otra. Las personas que son llevadas al cielo son aquellos que Dios decidió desde antes de la creación del mundo (Romanos 8:30), es imposible que un no escogido se cuele en el reino y mucho menos que una persona atea se justifique.

¿Pero entonces Dios es un ser injusto? Podríamos pensar así debido a que Dios no escogió a todos, es mas la biblia enseña que escogió a pocos (Mateo 7:14) pero Dios no es injusto sino Justo y Santo, mas bien debemos pensar que es muy misericordioso por es coger a un grupo cuando pudo no es coger a nadie y Él esta en su derecho de hacerlo.

Pero para concluir con la idea de la muerte, todo cristiano debe saber que no es el fin sino el comienzo de la verdadera vida, los años en la tierra son el lobby de la eternidad y es el lugar donde entendemos quienes somos y hacia donde vamos. Los seres humanos entienden en la tierra que hay un Dios o por lo menos se informan o les informan, para cuando llegue el inicio de la otra vida ósea la muerte estén claro que les ocurrió.  Por todo lo anterior solo nos queda seguir adorando al Dios que amamos sabiendo que estaremos con el para siempre en una vida que aun no hemos experimentado pero que en comparación con esta seria como comparar un avión de última generación con un triciclo oxidado de algún niño.

Que Dios le bendiga.

Nelson Vergara