Pero después de tantos años he comprendido que el verdadero cristianismo posee algo que ninguna otra religión, denominación, secta o doctrina posee, la gran diferencia o la gran exclusividad del cristianismo verdadero es que en la salvación del hombre el hombre no tiene que hacer absolutamente nada para obtenerla y ni para preservarla.
Lamentablemente hoy la gran mayoría de las iglesias que se hacen llamar cristiana apostatan de la fe porque han seguido las enseñanzas de Jacobo Arminio, que no son muy diferente a las del catolicismo romano, donde para llegar a ser salvo se necesita que el hombre cumpla ritos y normas de conducta, porque si no su salvación estará en riesgo.
Una marca fundamental y distintiva de la verdadera doctrina cristiana es que la salvación no se pierde. Predicar que la salvación del cristiano se pierde es un craso error teológico porque la palabra explica que los verdaderos cristianos son sellados por el espíritu santo (Efesios 1:13) y que la vida que nos da Dios cuando creemos es para siempre (Juan 10:28-30). Si la salvación se pudiera perder entonces Dios seria mentiroso, porque lo que nos dio no fue eterno sino temporal o ¿cómo sería el desellamiento del cristiano? lo cual la biblia no explica en ningún verso.
Entonces tal vez usted me diga que ha visto personas que fueron cristianas, asistían a la iglesia y ahora son perversos. La vida es corta, y el cuento que hay personas que entran y salen de las iglesias como proceso de crecimiento espiritual a mí no me convence, lo que si ocurre y estoy seguro es que estas personas que estaban con nosotros y que se van al mundo para no volver, eran personas que nunca fueron escogidas por el señor, por eso el apóstol juan en su primera carta lo dice claramente:
“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” 1 Juan 2:19
Por otra parte conozco a muchos ministros evangélicos que no le gusta que le menciones que la salvación no se pierde, porque fueron adoctrinados católicamente por sus padres y aún tienen en sus mentes que la conducta humana es necesaria para la salvación. A diferencia de la verdadera doctrina cristiana, la cual resalta que la buena conducta es la consecuencia de ser escogido, debido a que todos los escogidos o santos de Dios, indefectiblemente perseverarán y darán frutos de conducta, si así le podemos llamar.
Estoy convencido que un verdadero cristiano en su vida terrena a partir que se le active su salvación y que comience a crecer en el evangelio, se le verán frutos de arrepentimiento con creces y aunque no sea perfecto será una persona que entiende su condición caída, por ende, el espíritu santo lo autocontrolara, lo guiara al arrepentimiento y lo motivara continuamente a cumplir con los medios de gracias (Juan 16:13), como son, el estudiar la palabra, orar, congregarse para adorar y escuchar el sermón, ofrendar, bautizarse, participar de la santa cena, ayudar al prójimo, etc.
Para concluir solo me queda decir que somo diferentes a cualquier otra iglesia no porque cantamos diferente, o predicamos diferente o porque los cultos son diferentes, “NO”, somo diferente porque creemos completamente que la obra de salvación de Dios en el hombre solo la gesta Él y únicamente Él, y que las buenas obras que hacemos son insignificante para Dios (Isaías 64:6), pero él permite que las hagamos porque en su amor también sabe que con estas se benefician las personas que nos rodea, la comunidad y las naciones.
Que Dios le bendiga.
Por: Nelson Vergara
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