La cristiandad reconoce que el ser humano no apareció por una evolución ni por un desarrollo natural, tampoco creemos que fue una generación espontánea la cual afirma que no hay un creador y que el hombre sin una causa comenzó a existir.
Pero hablando sobre evolución y desarrollos naturales, sabemos que no es cierto que el hombre apareciera por un proceso a través de algún tipo de agresión sobre la materia pasando por muchas edades y especies, por casualidad o por alguna ley. Debido a que decir que algo tan perfectamente diseñado o inteligentemente creado será algo del azar.
Lo cierto es que el concepto de evolución y desarrollo natural ha sido aceptado por muchos años, pero parecería que sus adherentes declinan. La ciencia moderna, tal como la antropología, está refutando estas declaraciones.
La Biblia declara que el hombre es una creación de Dios separada de su persona, y que los animales fueron creados en diferentes tiempos, completamente aparte del hombre. La evolución enseña que el hombre y los animales tienen un origen común, que los llevó a llegar a ser diferentes especies.
En refutación a esto nosotros usamos las Escrituras y el razonamiento humano de la siguiente manera:
- Se opone a la Escritura. La Escritura dice: “según su especie” (Gen. 1:24). Esto limita a cada especie dentro de ella misma, prohibiéndole evolucionar hacia una nueva especie.
- No hay ningún registro de animales llegando a ser hombres. Seguramente, en 6000 años, si la evolución fuese cierta, debería haber ejemplos vivientes de eso hoy.
- No hay evidencia de eslabones perdidos que hayan sido encontrados. Muchos de los llamados libros de historia muestran ilustraciones de criaturas que denominan eslabones perdidos. Estas ilustraciones son fotografías o dibujos, y no fotos de criaturas reales, pues ninguna de ellas existe. El “eslabón perdido,” como hemos dicho, es aquella criatura entre el hombre y el simio. Su figura es totalmente de la imaginación del artista que ha tomado un trozo de hueso o diente y ha construido un supuesto ser viviente. Vamos a citar lo que dijo William Jennings Bryan concerniente al “eslabón perdido”: “si el eslabón perdido ha sido encontrado, porque todavía lo están buscando?”
- No hay evidencias de que el hombre primitivo difiriese del hombre de hoy.
- Hay pruebas de que la sangre humana es una sangre. (Hechos 17:26). La sangre de un hombre negro puede ser colocada en las venas de un hombre blanco, y viceversa, y dar vida. Las transfusiones de sangre han estado en práctica solamente durante este último siglo, pero, Dios ya había revelado esto 2000 años atrás.
- Hay una gran diferencia entre la constitución de un hombre y la de un animal.
- Físicamente. El hombre es un ser erguido, mientras los animales no.
- Mentalmente. El hombre tiene intelecto, mientras que los animales tienen instintos.
- Moralmente. El hombre es la única criatura de Dios que tiene cualidades morales.
- Espiritualmente. Solo el hombre ha sido creado con conceptos espirituales. Solo el hombre entre las criaturas puede adorar a Dios.
Por: Nelson Vergara