En aquellos años en Estados Unidos
el decir que se pasaría por territorio apache, implicaba una gran probabilidad de morir, pues
estos indios eran tan celoso con sus tierras que mataban a sus visitantes sin
preguntar. En algunos países del mundo el
término “Viviendo en territorio apache” significa estar pasando por una situación
tan grave como la que vivían aquellos colonos con estos indios. El cristiano
hoy y siempre vivirá en territorio apache, pues los deseos del mundo y de quien
lo controla "Satán" ( Efesios 2:2 ), estarán siempre en contraposición de lo que el
cristianismo demanda y propone.
Los cristianos siempre seremos vituperados
por lo que pensamos y hacemos, pues nuestra filosofía de vida no se ajusta en
nada con el mundo y sus deseos. Nos regimos por la palabra de Dios, la cual ha
sido olvidada por gran parte de la humanidad y por muchas religiones que dicen
proclamarla. En ausencia de esta le ha tocado al mundo deleitarse en el dolor,
enriquecerse de maldad y saborear el postre de la inmoralidad.
Por lo anterior es claro que
muchas doctrinas que hoy vemos que proclaman el “pare de sufrir” no son más que
doctrinas erradas que han confundido a más de uno. Como cristianos que somos tenemos
que saber que Dios nos socorre y ayuda, pero también tenemos que tener claro
que este mundo es duro de vivir y que los eventos que experimentamos en esta
vida no son todos color de rosa, más
bien la mayoría son color de hormiga.
Por su parte Dios sabe que la
mayor bendición para su pueblo no es esta tierra, por eso Él no se afana, su plan está encaminado a la salvación del alma,
Él desea que su pueblo llegue a su gloria y pueda disfrutar de su plenitud. Su
reino aunque ya se ha establecido en nuestros corazones, se materializara
cuando Cristo vuelva y reine, entonces serán días de gozo donde no habrá más
calamidades, llanto, muerte y dolor que nos haga renegar de la vida.
Hoy como en aquellos días de los colonos,
recibiremos flechazos en este mundo,
muchos lanzados por satanás, otros por las filosofías de esta tierra y un gran
grupo por nuestro propio corazón, el cual por su propia naturaleza desea ser
terreno y muchas veces se convierte en nuestro peor enemigo. Creer que por ser
cristiano todo va salir bien, puede ser un gran engaño, pero lo único seguro
que saldrá bien si realmente eres cristiano, es que entraras al cielo indefectiblemente.
Por: Nelson Vergara.