Adorando el palo y la piedra


Leyendo Deuteronomio 28 desde el verso 15 nos encontramos con las maldiciones que caen sobre el pueblo de Dios cuando este no se rige o se apega a sus mandamientos. Pero me llama la atención donde se habla que Dios mismo hará que por la rebeldía se adore al palo y a la piedra:


Jehová te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú
ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra. ( Deut 28:36 - 37 )
 
Si leemos literalmente,  quiere decir que el rebelde del pueblo de Dios servirá a dioses ajenos, al palo y a la piedra.  En otras versiones de la Biblia como la Nueva Versión Internacional se habla no del palo y de la piedra,  sino de imágenes de estos mismos materiales las cuales el hombre rebelde a Dios endioso.  Talvez usted que está leyendo este texto puede creer que estoy haciendo una confrontación contra iglesias que en sus templos tienen imágenes de madera o de cerámica, pero no, lo que deseo es reflexionar sobre ¿Por qué el hombre rebelde a Dios tiende adorar otras cosas o a otros seres que no son Dios? Pero el mismo texto responde a esta pregunta cuando dice: El señor te hará.

Me pregunto ahora  ¿Por qué Dios es quien los pone a adorar aquellas cosas que no son él? es como una contradicción, debido a que la Biblia también nos enseña que Dios es celoso.  Si me toca dar una respuesta  a esa pregunta,  diría lo siguiente: El adorar a Dios es la bendición más grande que tiene el hombre, en la adoración entra completamente el carácter y las acciones de los seres humanos, si decidiera zafarme de Dios mañana y volverme el rebelde más grande del universo, ¿Podría andar feliz por la tierra como anda el impío? creo que no,  porque cuando somos pueblo de Dios y tratamos de ser rebeldes, Dios nos disciplina y lo hace llevándonos a probar el creer en cosas que al final nos producen un arrepentimiento tal que podamos decir: no hay como Dios, estas cosas no sirven para nada.

Entre las cosas que Dios permite que pongamos como sustituto suyo es nada menos y nada más que nuestro propio corazón, el rebelde del pueblo de Dios lo primero que se le viene a la cabeza es hacer lo que su corazón le dicta, pero la misma Biblia nos enseña que el corazón del hombre es engañoso, experto en mentira y el gran verdugo de nuestra propia vida ( Jeremías 17:9 ). El hombre genera una teología propia muy distorsionada con la realidad, pero el corazón posee la anestesia perfecta para dormir a quien quiera y hacer creer que no hay ningún problema, que actuamos bien y que Dios está para servirnos y no para que le sirvamos y obedezcamos.

Hoy convivimos con personas que han puesto a Dios a un lado y que no le interesa nada de Él, creen que Dios es un ser para las religiones y por su desobediencia apreciamos que están adorando a cosas que no son Dios. Hoy muchos adoran los viajes y no son nadie sino viajan, otros adoran la tecnología y si no gastan tiempo en esta se sienten mal, por otro lado muchos adoran la vanidad, y que decir del sexo,  y así encontramos miles de supuestos sustitutos de Dios pero no son más que vanagloria o como dice una canción de mi tierra Colombia puro oropel.

Te animo a que si estas adorando algo que no es Dios, si estas siguiendo al palo y a la piedra de tu vida consideres tu posición la cual puede ser fatal porque sencillamente el dios que te has inventado no te va a servir y lo más seguro es que te va a llevar a la destrucción, porque solamente en Dios, solamente en Cristo es donde hay plenitud de vida, de gozo, de paz y de salvación.

Por: Nelson Vergara

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