Entonces cuál es el azar que Dios prohíbe, claramente es aquel que se usa para ganar dinero, como son los juegos de loterías, chances, balotos, o los relacionados con la industria de los casinos. ¿Pero por qué? La respuesta no es muy compleja, sencillamente porque no es el medio que Dios puso para que su pueblo obtuviera el dinero.
El único medio que el Señor estableció para que su pueblo obtuviera dinero, es el trabajo que cada persona hace de manera honrada y que no viola ni la ley divina, ni la ley de las naciones (Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios). En la Biblia entendemos esto en varios pasaje, uno de estos es Génesis 3:19 que dice: “Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado. Porque polvo eres y al polvo volverás.” O 2 Tesalonicenses 3:10 que nos enseña: “Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.”
Cuando usamos otro medio para obtener el dinero que no sea con el sudor de nuestra frente, lo que le estamos diciendo a Dios es que, el medio que Él estableció no es eficazmente poderoso para proveer nuestro sustento. Tenemos que estar confiados en Dios que nuestro trabajo, aunque veamos que no produce mucho, Dios nos sustentara con el, y si Él quiere que nuestra situación mejore nos dará otra opción de trabajo, ya sea que tenga mejor salario o que sea paralela a la que tenemos.
Los juegos de azar para ganar dinero siempre serán un engaño, porque dan la sensación de que hay una gran oportunidad de obtener dinero rápido y fácil, y lo cierto es que las probabilidades de éxito en estos son casi nulas, claro está que algunas personas por suerte han acertado, pero no por eso desaparece su dificultad. Ahora el problema del cristiano no es que la probabilidad de ganar no sea fácil, el problema es que no debe hacerlo porque le está poniendo a Dios una opción diferente a la que Él ya ha puesto, ósea está desobedeciendo.
Por otra parte, generalmente los juegos de azar que tienen como fin ganar dinero hacen que las personas por su ambición se esclavicen a estos. Los cristianos debemos esperar en Dios las oportunidades, una de las marcas más fehacientes del verdadero cristiano es el contentamiento y la espera en Dios, lo que indica que un cristiano no debe estar afanado en una mala situación económica sino más bien debe estar en oración constante para que Dios mediante su poder lo saque de ella.
Una de las grandes promesas de Dios en la Biblia es que Él tiene la capacidad de cambiarnos la situación y a veces convertirla en algo mucho mejor, como dice el Salmos 113:7-8: “Él levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del muladar, Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los príncipes de su pueblo.”
Para terminar, puedo concluir que el cristiano que hace estas acciones seguramente por su indiferencia con Dios, la bendición del cielo se le puede truncar, y mi recomendación es que mejor espere que Dios actúe y no vote su dinero en estos tipos de juegos, que por cierto son generalmente amañados para que indefectiblemente el jugador pierda.
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