Por algún tiempo le di relevancia a la oración porque la relacionaba con la porción de Romanos 10:9 que dice “Que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” Pero no tiene mucha relación con este texto debido a que el verdadero creyente expresa su fe desde lo más profundo de su ser y la oración es algo muy externo y puede ser muy frívola.
Pero ¿Cómo se hace para ser un verdadero cristiano? Lo primero que debemos tener en cuenta que, el ser cristiano no es por decisión de la persona, no es pararnos en una esquina a detener a alguien, hablarle de Cristo y decirle que haga una oración recibiendo al Señor y listo. No es tan fácil, debemos tener presente que el cristiano es un escogido, Efesios 1:4 - 6 nos dice:
“Porque Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme a la buena intención de Su voluntad, para alabanza de la gloria de Su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado.”
Y Romanos 8:30 nos presenta el proceso que se debe cumplir en todo cristiano cuando dice “Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.”
Como también Juan 1:12-13 expresa “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
En conclusión ningún ser humano puede ser cristiano por un deseo propio. Dios nos creó con libre albedrío pero la única decisión donde el libre albedrío no funciona es en decidir ser hijo de Dios. Entonces ¿Cómo puede un ser humano ser un hijo de Dios y ser salvo?
La respuesta puede ser tan sencilla como profunda, si analizamos lo anterior, podemos decir sin equivocarnos que todo ser humano nace para un destino eterno y nada de lo que haga en la tierra cambiará el arribo a ese destino. Ahora la muestra de que fue un escogido de Dios se dará en la tierra, y será simplemente la gran corriente de ríos de vida que correrá por esta persona, y esa corriente la llamamos fe.
El carcelero de Filipo en el pasaje de Hechos 16:30-31 preguntó ¿qué debo hacer para ser salvo? Los apóstoles le respondieron “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” Esta respuesta apostólica pareciera que le diera la posibilidad a cualquier persona de creer por su libre albedrío, pero no es así, más bien habría que ver que Dios planeó todo lo que ocurrió en Filipo para que este escogido se convirtiera por pura operación del mismo Dios valga la redundancia.
Entonces ¿Qué debo hacer para ser salvo? Pues, solo creer, por eso cuando salimos a evangelizar no es ponernos a tratar que las personas hagan una oración, más bien es exponerle las escrituras y verificar si esa persona tiene fe y la expresa. Lo recomendado más bien es preguntarle si Cree en Jesucristo, si cree que Cristo vino en Carne al Mundo, si cree que resucitó y ascendió al cielo y si cree que volverá a la tierra a juzgar vivos y muertos. Entonces si cree todo eso y si la fuente de vida eterna corre por esa persona, indefectiblemente nos acompañará en el andar diario de la iglesia, y su permanencia constante dará fe que es un verdadero hijo de Dios.
Que Dios le bendiga.
Nelson Vergara
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