La fe algo más que mis deseos

Hace unos días salí a caminar por un parque que queda cerca de donde vivo, de un momento a otro comenzó a caer una llovizna y me dije “confiaré en el Señor que la lluvia cesará” y lo que ocurrió fue que la lluvia comenzó a fortalecerse y me tocó resguardarme bajo un arbusto tupido.
Debajo de aquel árbol, pensé medio abrumado “Ahora no sé hasta cuándo estaré aquí” de un momento a otro terminó de llover casi por completo, entonces pude salir y llegar a casa. Después que me ocurrió esto medite acerca de la Fe, y volví a llegar a la conclusión que años atrás había abrazado, la cual es, que la fe es la convicción de lo que Dios va a hacer, no es la convicción de que Dios haga lo que yo deseo.

Esto me lleva a declarar una vez más que siempre primará la voluntad de Dios sobre los deseos del hombre, y si estos se alinean, podemos decir que Dios ha respondido a nuestro favor. En Isaías 55:8 la Biblia nos enseña “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.”

En el texto de Hebreos 11:1 muchos han cometido el error de confundir el verbo “Esperar” con el verbo “Desear.” Y la realidad es que el verbo que más armoniza con el contexto bíblico es el verbo “Esperar.” En la versión Reina Valera 1960 se muestra así: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” En la Nueva Traducción Viviente se evidencia: “La fe demuestra la realidad de lo que esperamos; es la evidencia de las cosas que no podemos ver.” Y en Dios Habla Hoy (católica) también aparece de la siguiente manera: “Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos.”

La real academia de la lengua define el verbo “Desear” como aspirar con vehemencia el disfrute de algo, mientras al verbo “Esperar” lo define como, tener esperanza de conseguir lo que se desea. Entonces podemos decir con certeza que la fe es esperar que Dios cumpla su operación y a nosotros solo nos queda la esperanza de que esta sea acorde a lo solicitado, y si no lo es, será lo mejor que nos ocurra. 

Ciertamente en la Fe Cristiana se va a cumplir la voluntad de Dios, jamás la voluntad no acorde del cristiano. Por eso cuando creí que Dios no dejaría que el sereno se convirtiera en lluvia pensando que Él me libraría de mojarme, se dio lo contrario, pues no era su voluntad, cuando pensé que la lluvia duraría más tiempo y que sería muy afectado por esto, pero terminó, también la voluntad de Dios no estaba de acuerdo con lo que esperaba.

Ahora con respecto a las promesas bíblicas, si son bien interpretadas podríamos decir que son las únicas que Dios va a hacer indefectiblemente, sencillamente porque su palabra es su propia voluntad. Por ejemplo, la venida de Cristo, eso es seguro, la guianza del Espíritu Santo a la Iglesia, eso también, pero tratar de saber lo que va a pasar en nuestra vida particular con detalles no es más que especulación, y como alguien dijo “brujería cristiana.”

Para concluir solo puedo decir que ejercitar la fe en Cristo, solo es esperar que Dios haga su santa voluntad en nosotros, no es tirarse al abismo para que Él meta su mano, más bien es tener claro la profundidad del abismo y esperar que Dios haga el puente para cruzarlo. Nunca hagas algo donde no estes seguro que es la voluntad de Dios. Y ¿Cómo hago para saber su voluntad? ORA y sabrás.

Bendiciones

Nelson Vergara  

Comentarios