Hace algún tiempo trabaje en una empresa donde el gerente me pedía el favor que cada vez que lo llamaran dijera que estaba en una reunión. La realidad es que generalmente él pasaba solo en su oficina, pero no quería ser molestado. Cualquier día me canse de decir tanta mentira pues lo llamaban muchas veces al día y vino a mi mente que debía tratar con este problema sencillamente diciendo la verdad, la siguiente llamada que entro preguntando por el gerente le contesté de la siguiente manera: “Quiero decirle que el gerente no puede atenderlo, sencillamente porque no desea ser molestado por nadie, el favor que le solicito es que no lo vuelva a contactar por este medio porque si lo hace le volveré a decir lo mismo.”
Ocurrió que una de estas personas se dio a la tarea de averiguar donde vivía el gerente y lo contacto en su residencia. Al día siguiente el gerente me llamó y me dijo porque había dicho aquello, le respondí, soy cristiano me cansé de mentir y dije la verdad, él me quedo mirando y me dijo “realmente perdóneme es culpa mía.”
Cuando usamos la mentira para lograr objetivos llegaremos a la conclusión que no se logra realmente nada, pareciera que la mentira nos ayudara y estamos tan convencido de eso que lo hacemos hasta sin pensarlo. Diego Antoñanzas un conferencista y coaching español nos dice sobre la verdad lo siguiente: “Decir la verdad nos hace más humanos, más cercanos y nos permite relacionarnos más y mejor con las personas a las que queremos o con las que tenemos un proyecto en común (como el trabajo). Ahora bien, una cosa es la sinceridad y otra el sincericidio. Hay veces que por ser demasiados sinceros tocamos emociones difíciles de gestionar. Y aquí es donde es fundamental aplicar la sensibilidad en todo lo que decimos, en cómo lo decimos, en cuándo, en donde, en la preparación previa.”
La biblia en Juan 8:32 nos dice que “conoceréis la verdad y la verdad los hará libres.” El líder cristiano y cualquier líder realmente debe usar la verdad sino quiere estar en problemas mas adelante, sabemos todos que entre cielo y tierra no hay nada oculto, ni escondido que no salga a la luz (Marcos 4:22) y si es mentira quedaremos en una posición de descrédito. El ser el pinocho del liderazgo no es bueno, el vivir mintiendo es una vida sin sentido y falta de realidad, en fin, todo lo que rodee a la mentira es camino de fracaso y posible camino de muerte.
Para concluir solo te animo que como líder o persona que eres apuestes siempre a la verdad, puede ser dolorosa, puede parecer tenebrosa, pero te darás cuenta de que te librará de problemas mayores y traerá paz a tu corazón en gran medida. Contra la verdad no hay quien pueda, ella dignifica, ella magnifica, ella realmente nos hace libre.
Bendiciones
Nelson Vergara
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