En el siglo XIX dos hombres estaban comprometidos con el liderazgo del gobierno de Inglaterra, uno era William Gladstone y el otro era Benjamín Disraeli. Estos dos hombres cuenta la historia hicieron mucho por Gran Bretaña, pero la diferencia entre ellos era su acercamiento a las personas.
En una ocasión una joven cenó con cada uno
durante dos noches consecutivas, cuando se le pregunto su impresión, dijo:
"Cuando salí del salón después de haber estado sentada cerca del señor
Gladstone, creía que era el hombre más inteligente de Inglaterra. Pero después
de haber estado sentada cerca del señor Disraeli, creía que yo era la mujer más
inteligente de Inglaterra."
El carisma es el don natural que tiene una
persona para atraer a los demás, cuando somos líderes nuestro carisma es
importante, el líder influencia para el éxito, por eso esa influencia debe ser
correcta, exacta y loable. Si nuestra gente no se siente importante en los
proyectos que lideramos lo más seguro es que puedan ser un fracaso. Hoy muchos
gerentes o líderes de secciones se destacan por su egocentrismo, donde más que
influenciar para transformar lo que hacen es repeler a las personas.
Cristo en el famoso pasaje de Juan 8:1-11
donde aparece la célebre palabra "El que esté libre de pecado que tire la
primera piedra" se encuentra con unos fariseos que para tentarlo le llevan
una mujer que había cometido adulterio. Lo llamativo de este pasaje y del
carisma de Cristo es que, siendo Dios, el Rey del universo, perfecto humanamente
y divino completamente, le dice a la mujer que no hay quien la condene, pero de
inmediato le reafirma que ni él con todo lo que es la condena. Cristo con esto
le hace entender a esa dama que tiene valor, que tiene oportunidad, que no es
una desechada social y que puede recomponer su vida solo con no volverlo hacer.
Para concluir, si deseas ser un buen líder,
debes tener un gran carisma, y ese carisma no es más que no ser egocéntrico,
egoísta y darle el valor que merecen las demás personas. Recuerda Dios envió a
Cristo a morir por nosotros, Él nos hizo hijos, herederos y coparticipe de su
gloria, con todo lo pecador que somos, entonces quien somos para no bendecir a
los demás.
Bendiciones.
Nelson Vergara
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