En este mes de enero he estado estudiando como devocional el libro de Hebreos, el cual posee trece capítulos donde se enfatiza el sacerdocio de Jesucristo y la confianza que debemos de tener en Él. Pero cuando llegamos al capítulo final nos encontramos con un título que pone la versión bíblica Reina Valera 1960 el cual es “Deberes Cristianos.” Esta coloca este enunciado porque en este capítulo se plasma un recetario de acciones que todo creyente debe hacer. Parece una fórmula médica que nos dice las principales acciones que un hijo de Dios debe cumplir pues son acorde al mandamiento de amarlo a Él sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:36-40).
La razón de esto la podemos ver en Hebreos 13:20-21 donde se les pide a los cristianos practicar estas acciones para agradar a Dios. El texto dice: “Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
El verso uno nos dice de entrada que no olvidemos el amor fraternal, y este sería el primer elemento el cual estudiaremos en este artículo de una serie que estaré desarrollando sobre Hebreos 13. La palabra fraternal nos lleva a concluir que uno de los amores que Dios desea que el cristiano ejercite es el amor de hermano. ¿Pero cuál hermano? Es claro que se habla de amor entre los hijos de Dios que somos hermanos en la fe. Aunque usted puede practicar este amor con cualquier ser humano Dios si solicita que sea practicado indefectiblemente entre los miembros de su iglesia, ¿Por qué? Una de las cosas que demuestran la unidad del cuerpo de Cristo es el amor fraternal y la koinonia que estos se profesan a través del tiempo, una iglesia sin amor fraternal es un disparate, y lo peor es que lamentablemente hoy vemos congregaciones donde lo que más brilla por su ausencia es este tipo de amor.
No sé qué ocurre, pero he visto que en la mayoría de las congregaciones el amor fraternal ha sufrido quebrantamiento, no tengo idea si esto ha sido así siempre, pero la realidad es que es un mal de la iglesia actual. Una de las cosas que más demuestra que el amor fraternal en la iglesia está en crisis, es el famoso chisme, y para mí es uno de los pecados que más se da en la comunidad humana. Por ejemplo, cuando uno ingresa a trabajar con empresas seculares encuentra que los niveles de chismes son elevados, al punto que muchos administradores de empresas o negocios basan sus decisiones en este, cometiendo errores que implican hasta altos costos económicos en las organizaciones. Pero lo más lamentable es que llegamos a la iglesia y es muy igual, tener la boca tapada para no hablar del hermano parece ser un gran problema para muchos y por eso Dios nos recuerda ejercitar este tipo de amor.
En la página www.diosparatodos.com encontré una afirmación que comparto y es: “Uno de los aspectos fundamentales en tu camino hacia la madurez cristiana es la práctica del amor fraternal en la congregación de los santos. Ni tú, ni yo, ni nadie, puede decir que ha llegado a la madurez cristiana si no es capaz de amar a sus hermanos, aceptándolos tales como son. Nuestra madurez espiritual no es cuestión de cuántos años tengamos en la vida cristiana, sino de la manera en que vamos asimilando los principios espirituales, y estos llegan a ser parte de nuestro carácter y rectores de nuestra conducta, a partir del nuevo nacimiento.”
Hay algunas acciones que te propongo para que ejercites el amor fraternal son:
- Orar a Dios porque este amor este más en nosotros, porque es la gracia de Dios las que hace que el fruto de su espíritu funcione en nosotros.
- Orar por tener la lengua atada a la voluntad de Dios, recordemos que en Santiago se nos dice que es un órgano pequeño que enciende un bosque (Santiago 3:5-6). Así que es esta la que puede estar socavando el amor fraternal que puedes experimentar con otros.
- Ver que hermano está pasando calamidad más en estos tiempos de pandemia y ayudarlo con lo que se pueda, comida, ropa, dinero, etc.
- Hablar con los hermanos para ver si poseen carga espiritual, sentimental o de algún tipo es algo que ayuda mucho. El confesarnos unos a otros las situaciones pueden colaborar a que nos sintamos mejor, en psicología se llama Catarsis, la cual muchas veces es necesaria.
Para concluir solo me queda decir que en este 2021 debemos pedir al Señor que el amor fraternal esté en nosotros, sabemos que somos débiles, que somos pecadores, no somos perfecto, pero Dios también lo sabe, y proveerá este en nuestros corazones para que así nosotros lo multipliquemos en los demás.
Que Dios te bendiga.
Mg. Nelson Vergara
Comentarios
Publicar un comentario