La oración que casi supera al Padre Nuestro


Durante muchos siglos el hombre ha buscado una fórmula para que Dios responda sus oraciones, hemos creído muchas veces que haciendo esto o lo otro Dios responderá nuestras oraciones. Algunos piensan que si ayunan por (X) tiempo Dios se moverá en su favor más rápido o con mayor poder si no lo hicieran así, otros han creado sus 5, 7 y hasta 12 pasos o más para llegar a obtener la oración eficaz. Por otra parte, un gran grupo toma modelos bíblicos para ver si la cosa funciona y Dios responde. Entonces ¿Sera que existe una forma de orar eficaz? Claro que sí, y se encuentra en Lucas 11:2-4 más conocida como el padre nuestro, de lo cual hablare un poco al final de este artículo.


Durante la primera década del siglo XXI, más exactamente en octubre del 2000 salió un nuevo intento por dar en el blanco de Dios, y fue un libro que se hizo famoso porque al parecer presentaba la fórmula mágica o mística para que Dios respondiera las peticiones de los hombres, ese libro fue conocido mundialmente como “La oración de Jabes” cuyo autor fue Bruce Wilkinson.

Para Wilkinson la oración de Jabes la cual está en la Biblia, más precisamente en 1 Crónicas 4:10, era algo sensacional e innovador, según sus lectores se había descubierto algo prodigioso muy parecido a cuando Amway una empresa multinivel llego a Colombia donde más de un incauto creyó tener con esta la fórmula para hacer dinero sin trabajar. Las ventas del libro de Wilkinson fueron ultra millonarias. Si usted busca en internet se encontrará que la descripción más común de este es: "Uno de los libros cristianos más vendido en la historia".

Cuando leo 1 Crónicas 4 realmente no encuentro lo que Wilkinson encontró, en esta porción biblia solo veo una descripción de una genealogía de los descendientes de Judá, cuando se llega al verso 9 y 10 lo que leemos es que entre ellos había uno que se llamaba Jabes, el cual su madre dio a luz con dolor y por eso le coloco dicho nombre. También se dice que este fue más ilustre que los demás, y que hizo una oración a Dios donde dijo: “¡Oh si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me librarás del mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.”

De esa pequeña oración personal de Jabes, Wilkinson extrajo cuatro partes mágicas que según él en su libro motiva a que se deben repetir todos los días durante toda la vida para mantenerse dando en el blanco del Señor. La Primera, Jabes le pide a Dios que lo bendiga (Hay que pedir bendición). La Segunda, le pide a Dios que engrandezca su territorio o aumente su responsabilidad (Hay que pedir bienes y territorios). La Tercera, él ora que Dios esté con él y que se mantenga cerca (Pedir Presencia). Finalmente, Jabes le pide a Dios que lo mantenga libre de mal para mantenerse libre de dolor (Pedir ser alejado de la maldad para no estar enfermo).

Creo que La oración de Jabes no es muy diferente a cualquier oración que hemos hecho, no veo nada diferente ni especial en ella, es mas no creo que haciéndola repetidamente durante mucho tiempo esto genere algo mejor con Dios. La pregunta que me asalta es ¿porque Wilkinson no tomo mejor el padre nuestro?, como dije al principio realmente el padre nuestro es la verdadera oración que Dios solicita para su iglesia, y más que un rezo como lo hace el catolicismo es entender en nuestro corazón cada parte de esas palabras del señor Jesucristo, y Dios hará.

Para concluir solo puedo decir que el libro de “La oración de Jabes” no es más que una estrategia de marketing con un toque falso de innovación, haciendo de un texto bíblico algo místico y sin fundamento para proclamar al mundo no el evangelio de Cristo sino la fórmula mágica para lograr mover con éxito el trono de Dios.  Es bueno saber que Dios no responde oraciones por formulas sistemáticas, Dios responde oraciones basado en su voluntad y gracia, las cuales muchas veces no son tan agradable a nuestros ojos, pero si son santas siempre y correctas. 

Finalizo diciendo que ha pasado más de una década y media de aquel lanzamiento literario, y lo cierto es que hoy ya no se escucha mucho sobre ese libro, si esto hubiera sido de Dios hoy tuviera la misma fuera y mismo impacto, pero Dios no necesita ningún libro más que su palabra, la cual podemos entender de manera fácil y gratis mediante la iluminación de su santo espíritu. No necesitamos fórmulas mágicas u oraciones profesionales para que Dios actúe, necesitamos sincerarnos con Dios dejando la iniquidad a un lado, siguiendo su palabra, exaltándolo individual y congregacionalmente, y la que poco nos gusta, pero debe ser así, esperar pacientemente su contestación.

Que Dios le bendiga

Nelson Vergara