Lo cierto es que podemos
experimentar el amor y dirigirlo en varias vías, hoy el amor tiene clasificaciones
que el hombre desde su óptica le ha dado, los mas conocidos son el amor Filos o
Fileo, el Ágape y el Eros. El amor Fileo es el que expresa un sentimiento hacia
un amigo o familiar, denota compañerismo, este se puede experimentar entre
padres e hijos o entre hermanos o también entre grandes amigos.
El amor Eros es el amor que
siente el hombre por la mujer y viceversa, es el amor de novio el cual tiene un
componente de pasión, por eso la palabra Erótico o Erótica vienen de este amor.
El amor Ero es crucial para la relación matrimonial debido a que esta necesita experimentar
la pasión que una y fortalezca el lazo. El amor Ágape es el amor que se demuestra con una entrega,
es el amor sin condiciones es el sacrificial, es el amor que sintió Dios por la
humanidad al punto que envío a su único hijo Jesucristo a morir en la cruz para
que todo aquel que crea pueda ir al cielo y no se pierda en el infierno creado
para el demonio y sus ángeles (Juan 3:16).
Pero leyendo la 2 carta de Juan cuando llegamos a su verso 5
existe una descripción de un amor el cual es un mandamiento no nuevo sino
eterno porque dice la palabra que es desde el principio, ya que Dios desde
aquel entonces se lo dio al hombre, y ese mandamiento es “Que nos amemos unos a
otros”. La pregunta que nos asalta cuando pasamos por este texto es ¿Sera que
debemos amarnos Eróticamente, Filialmente o de manera Ágape?
Entiendo desde que realice los
primeros estudios bíblicos que la palabra de Dios, aunque puede mostrar ciertas
demostraciones de cada tipo de amor que hemos descrito, su mensaje va mas encaminado
hacia el Ágape y el Fileo. La biblia no motiva al amor Eros debido a que
lamentablemente este ha sido mal usado por la humanidad desde siempre. Entonces
¿Cuál es el amor que es un mandamiento desde el principio y que aparece en 2 de
Juan? Sencillo, en el verso 6 lo dice, y lo dice claramente: “Que andemos según
sus mandamientos.”
Lo anterior nos lleva a sin dudar expresar que si deseamos
amar a Dios no es solamente cantarle el domingo voz en cuello, no es solamente
decir que le amamos, no es solamente ayudar al prójimo, no es solamente orarle
y alabarlo, es realmente cumplir con los preceptos que Él ha establecido en su
palabra. Pero ¿Cómo cumpliremos esos preceptos seres humanos imperfectos como nosotros?
Podría decir que es una gran pregunta, pero solo tiene una respuesta y es “En
Cristo.”
Estar en Cristo es poner nuestra fe en Jesus, es pasar por
este mundo caído sabiendo que es un lugar de transito del cual partiremos, pero
hay una solución de vida eterna que Dios nos dio a través de su hijo y por medio
de su Espíritu Santo. Estar en Cristo es ser salvo, es tener la mente de Cristo
apartándonos hasta mas no poder del pecado, de las practicas del mundo y de las
tentaciones que satanás pone. Estar en
Cristo no es ser perfecto, pues perfecto y justo solo Dios, pero si, no ser un
practicante del pecado y si pecamos arrepentirnos (Tomar conciencia de no
volver a caer), pues abogado tenemos con el padre a Jesucristo el justo (1 Juan
2:1).
Muchas personas dicen amar a
Dios, es mas muchos creyentes dicen amarlo, pero un simple ejemplo que vemos
hoy en las iglesias es que sus miembros no se congregan (Hebreos 10:25), o no
ayudan a su congregación en nada (2 Corintios 9:7) pero afirman amarlo porque
equivocadamente creen que el cristianismo es un concepto que divorciándose de
la práctica puede vivir y hasta dar frutos. Para concluir solo puedo decir que amar a Dios
es doloroso, es responsable, es de procesos y de duros procesos por los cuales el
creyente debe pasar como pasa la espiga por el molino.
Que Dios le bendiga
Nelson Vergara