Pero ¿Cómo sabemos que el mundo lo gobierna el mal? Sencillamente la misma palabra de Dios nos lo enseña, en 2 Corintios 4:3-4 se nos dice: “todavía nuestro evangelio está velado, para los que se pierden está velado, en los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios.”
En este mismo texto no solo se le da el calificativo a satanás del dios (con d pequeña) de este mundo, sino que se habla de una de sus mayores operaciones y es el tener cegados a los incrédulos para que no vean el brillo del evangelio de Cristo, quien es el mismo Dios. Pero la palabra “dios de este mundo” nos deja claro que quien gobierna las acciones del mundo y en especial las mentes del mundo es satán.
Por lo anterior claramente podemos declarar que satanás gobierna y hace de la suya en esta tierra, principalmente sobre los incrédulos, pero también sobre la iglesia, para que esta mengue su actuar (Marcos 13:22). Me impresiona que las actuaciones del Diablo son cada vez más sutiles y loables, generalmente disfrazadas de filosofías huecas (Colosenses 2:8) que desvían la mirada no solo de los incrédulos sino del pueblo de Dios, y cuyo fin es que la sociedad mundial sea cada vez más disfuncional, en especial el núcleo familiar.
Una de estas filosofías con la cual satán atrapa tanto a incrédulos como a creyente se le ha dado el nombre “La nueva izquierda” este nombre lo toma porque no se apega a las convicciones que ha tenido la izquierda tradicional. La nueva izquierda se apoya en las revoluciones pequeña o más conocidas como las revoluciones de las minorías, como son la revolución feminista, la animal, la ecológica, la étnica, etc. Para lograr a la postre una revolución de clases, pero no con la óptica de la izquierda tradicional que aboga por la igualdad entre pobres y ricos sino para llegar a la anarquía social donde cada quien haga lo que mejor le parezca.
Lo lamentable es que nuestra juventud y más de un viejito incauto se han creído los discursos de sus precursores, generalmente hablan sobre el calentamiento global, la mala explotación del suelo, el daño de la minería, el maltrato de los animales, el maltrato de la mujer, la discriminación racial, la homofobia, etc.
Con lo anterior no quiero decir que no sean luchas que tenemos que dar en pro de todos los males de la tierra que Dios nos dio para administrar y de las minorías subyugadas, sino que este movimiento hace creer que su gran bandera será emprender estas pequeñas luchas y lograr una sociedad mejor, pero no saben que están cayendo en la trampa que satanás tiene para destruir no solo a la sociedad sino a gran parte de la iglesia de Cristo.
Es tan evidente este caminar del diablo hoy, que en nuestra nación Colombia, en las pasada elecciones el candidato que llevo la bandera de la nueva izquierda saco una abrumadora cifra de votación. Muchos le siguieron las aguas, creyeron que con él tumbarían las maquinarias corruptas y politiquera de Colombia, con lo cual se mejoraría el problema social colombiano pero la verdad es que, al sopesar las maquinarias corruptas y politiqueras colombianas con la artimaña de satanás, yo como iglesia me quedo mejor con lo primero.
La nueva izquierda que es el nuevo formato que trae el diablo para estos tiempos, no ira de más a menos, NO, indefectiblemente ira en incremento y lo más seguro es que se apodere de muchas naciones, disfrazándose de movimiento político, religioso y social, y lo más seguro es que la marca del anticristo repose en ella, por eso esperar que el mundo mejore es una falacia, el aposto Pablo en su carta a los Romanos 8:18-25 nos dice:
“Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada. Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, en la esperanza de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora. Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos”.
Para concluir solo quiero decir que el mundo cada día será peor, pero les motivo a recordar las palabras del maestro en Juan 16:33 donde Él dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he VENCIDO al mundo.”
Que Dios le bendiga.
Nelson Vergara