Pero ¿será que el diablo ataca más
fuertemente en este día que en otro? Pienso que no, satanás es un ser
espiritual que esta como león rugiente viendo a quien devorar ( 1 Pedro 5:8 )
cada segundo de los 365 días del año, él no va esperar el 31 de octubre para
hacer más daño del que hace, lo que si pienso es que no solo los cristiano sino
cualquier persona del común debe tener cuidado con este día para prevenir el
hurto de niños por parte de grupos satanistas los cuales crecen cada día más y usan
infantes para sus sacrificios en sus ritos a satanás.
Pero hay algo que es preocupante
en algunas iglesias hoy, y es que han usado este día para hacer celebraciones
que no corresponden al cuerpo de cristo, aunque la mayoría de las iglesias que
hacen esto por no decir todas, son congregaciones que carecen de una doctrina
sana y por lo general son iglesias negocios, no deja de inquietar la idea que
de alguna forma se presentan como iglesia evangélica afectando la credibilidad
de todo un colectivo que si proclama y respecta la ortodoxia que Dios nos
demanda en su palabra.
El mezclar los deseos del mundo,
en este caso fiestas paganas con la iglesia de Dios, primero es aberrante para
el Señor y segundo no tiene escusa de ninguna clase. Las iglesias que son
cristianas deben mantener su postura sobria y conservadora ante tanto ataque e
influencia que el mundo actual ofrece, es impresionante que muchas iglesias hoy
sus servicios dominicales más que un culto reverente a Dios son un show musical
donde el pastor es un animador más y la palabra de vez de presentarse
expositivamente para conocer el deseo de Dios, se presenta como una solución psicológica
o de negocio a los problemas que padecen las congregaciones.
Para ser más puntual conozco
una iglesia de este tipo (negocio) que todos los años hace una fiesta para el
31 de octubre la cual han llamado Halleluyah, lo más sorprendente de esto es
que la palabra Halleluyah es una combinación de Halloween y Aleluya, para mí, un
juego sintáctico macabro, debido a que se mezcla una palabra bien profana con
una bien sacra, pues Aleluya significa “Alabado sea Yahvé o Jehová” y es como
querer mezclar a Dios con el diablo y así poder minimizar el mal de
este último.
Mientras que la palabra Halloween
significa "All hallow's eve", palabra que proviene del inglés
antiguo, y que significa "víspera de todos los santos", ya que se
refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la fiesta de todos los santos
o día de los santos muertos que es el 1 de noviembre. El día de los santos
muertos fue un invento católico, el cual se creó como fiesta solemne a todos
aquellos difuntos que, habiendo superado el purgatorio, se han santificado
totalmente, han obtenido la visión beatífica y gozan de la vida eterna en la
presencia de Dios. En nuestros pueblos este día 1 de noviembre se tiene por costumbre
visitar las tumbas y hacer misas por estos, lo cual es infructuoso si lo
sopesamos con la realidad bíblica.
Hoy sabemos que ni el purgatorio
ni el limbo son sitios reales, debido a que no poseen un soporte escritural, y
fueron inventados por la iglesia católica romana con fines económicos (Indulgencias)
lo cual llevo a esta al cisma o reforma luterana de donde nace la iglesia evangélica
como respuesta a la búsqueda de las verdades bíblicas que ya en los años 1500
se habían perdido dentro de los monasterios católicos y en su papado.
Volviendo al tema de Halleluyah,
no se aún, ¿cómo a esta iglesia se le pudo ocurrir inventar esta palabra?, no sé
si la tomaron de otra que cayó en el mismo error, lo cierto es que lo que ellos
hacen no tiene nada que ver con Cristo ni previene de alguna forma que los
niños que asistan al lugar sean menos vulnerables a los ataques del mundo y del
mal.
Creo que la participación de los
hijos de los cristianos en el Halloween debe ser algo de conciencia por parte
de los padres y en lo personal no rechazo que los niños de nuestras familias
participen sanamente de este evento que más que ser algo satánico se convirtió en
una cultura inocua de nuestra sociedad. Pero que como institución eclesiástica
nos apropiemos de una fiesta pagana para convertirla en una actividad propia de
la iglesia, y adicionalmente se le dé un toque financiero vendiendo las
entradas para poder acceder al show, eso sí que esta fuera de toda lógica y
moral.
Para concluir animo a los
pastores y miembros de las iglesias cristianas a mantener la cordura y apegarse
a la palabra de Dios para no seguir cometiendo errores que hoy, día tras día
vemos que florecen en las congregaciones, haciéndonos piedra de tropiezo para
muchos que están con sed y hambre del Dios verdadero que es nuestro Señor Jesucristo.
Que Dios le bendiga
Por: Nelson Vergara