Conozco algunas personas que
viven atrapadas en la incredulidad de sus mentes, generalmente personas con formación
académica, pero su característica principal es que su fundamento para no creer
en Dios es tan débil que científicamente y bíblicamente son fácil de derribar. Ahora derribarle el argumento y convertirlos son dos cosas bien
diferentes, la primera la puede hacer cualquier cristiano, la segunda solo Dios
( Juan 1:12-13 ). Estoy convencido que entrar en debates cientificos con incredulos es perder el tiempo, por eso mas que debatirles es orar a Dios por ellos para que se han alcanzados por la gracia del Señor.
Pero de los argumentos que más he podido
escuchar en intelectuales, es la creación de vida de materia inerte (Generación
espontánea) teoría obsoleta y desechada por la ciencia moderna por sus fantásticos
y sorprendentes resultados nulos. Por eso aun no comprendo como en pleno siglo XXI
aún se toma esta teoría para justificar el ateísmo, y lo peor es que se insiste
en ella en la mente de los ateos, pues la ciencia en pocas palabras “la mando a
mejor vida”.
Leyendo un artículo sobre el
origen de la vida en la página de Christiananswers.net encuentro cosas
interesantes y sencillas de comprender sobre expresiones de científicos tanto
evolucionistas como creacionistas, por lo cual tome las más importante y las plasme
en este artículo. De todas formas, al final pondré el link del articulo
original para su interés.
Las investigaciones del doctor Arthur
Ernest Wilder-Smith un químico orgánico inglés, quien posee un Ph.D. en física orgánica
de la universidad de Reading Inglaterra y quien fuera profesor catedrático de
la Escuela de Medicina de Illinois, llama mucho la atención cuando habla de la
vida en la materia, cuando dice:
"La vida viaja sobre la
materia, y esta materia debe ser sumamente organizada para contenerla. Los
científicos que apoyan la teoría de una única materia afirman que la materia
está compuesta de átomos, moléculas, y que éstas como toda materia están
predispuestas a tener reacciones químicas, que la vida es simplemente química y
nada más y que la vida se originó por una reacción química, la cual produjo
otras reacciones químicas, también casuales. Ahora bien, si la vida consiste
tan sólo en química, y nada más que química, la mejor forma de comprender su
verdadero potencial es fijándonos en algunas de las sustancias químicas que
componen la vida, y podremos ver, entonces, que la vida no es simplemente una
cuestión de química."
Los doctores Stanley Miller y
Sydney Fox fueron dos de los primeros científicos en intentar experimentos de
laboratorio destinados a probar que la vida podía surgir espontáneamente. Por
lo cual diseñaron un aparato Pirex que contenía metano, amoníaco y vapor de
agua, pero sin oxígeno. A través de esta mezcla pasaron chispas eléctricas para
simular relámpagos. ¿Cuál fue el resultado? No se produjo vida, desde luego,
pero la electricidad sí combinó algunos átomos para formar aminoácidos. Los aminoácidos
son compuestos que constituyen las unidades más sencillas a partir de las
cuales se pueden unir las proteínas.
¿Probó acaso el experimento
Miller/Fox que la vida pudo haber surgido finalmente en un antiguo mar donde
hubiera caído un rayo? No, a decir verdad, los resultados debilitaron el caso.
La mezcla de aminoácidos y otros químicos simples que se produjeron no es la
correcta para dar origen a la vida.
Todas las formas de vida utilizan
aminoácidos que son exclusivamente del tipo "mano izquierda, término
utilizado para referirse a la "estéreo química" de la construcción de
una molécula; un aminoácido puede ser químicamente “izquierdo” o “derecho” en
su orientación. Estas dos formas son idénticas en sus átomos, pero opuestas en
su disposición tridimensional. Son reflejos a la inversa de cada una. Ningún
tipo de vida conocido puede usar una combinación de aminoácidos “derechos” o
“izquierdos”. ¡Tan siquiera agregar un aminoácido “derecho” a una cadena de
aminoácidos “izquierdos” puede destruir la cadena en su totalidad!
Cuando los aminoácidos se
sintetizan en el laboratorio, siempre resulta una mezcla del 50% de los dos
tipos. Sólo a través de muy avanzados procesos inteligentemente controlados se
puede llegar a separar estos dos tipos. Aunque este abrumador obstáculo no
existiera, quedan problemas aún más grandes para que se produzca la vida.
Existen numerosas razones por las
cuales los aminoácidos se desintegrarían o no se formarían. Lo que, es más, la
vida requiere mucho más que aminoácidos. Una de las cosas necesarias son las
proteínas; otra es un código ADN.
Un químico calculó las inmensas
probabilidades en contra que existían para que los aminoácidos se llegaran a
combinar para formar las proteínas necesarias por medios "no
dirigidos". Él calculó que la probabilidad en contra de que se formara aun
la más pequeña proteína era de más de 10 a la 67ava potencia contando con el
tiempo y la casualidad, en una mezcla ideal de químicos, en una atmósfera
ideal, dándole hasta 100 mil millones de años (una edad 10 a 20 veces mayor que
la que se supone tiene la Tierra). Generalmente los matemáticos concuerdan en
que, estadísticamente, más allá de 1 en 10 a la 50ava potencia no hay
probabilidad de que alguna vez ocurra algo así.
Varios investigadores muy
calificados sienten que han comprobado científicamente, más allá de toda duda,
que las proteínas necesarias para la vida nunca podrían haber llegado a existir
por casualidad o por cualquier otro proceso natura. Dr. Wilder-Smith llego a la
siguiente conclusión:
“Ciertamente la vida no podría haber surgido
espontáneamente en una sopa primitiva de esta naturaleza”
Sobre el ADN se puede decir qu es
una súper-molécula que almacena información hereditaria codificada. Consiste en
dos largas “cadenas” de “ladrillos” químicos puestos en parejas. En los
humanos, las hebras de ADN tienen una longitud de 10 yardas [1.82 metros
aprox.], sin embargo poseen un espesor de menos de una billonésima de pulgada
[0.0000254 micrones aprox.].
En su funcionamiento, el ADN es
algo similar a un programa de computadora en un disco flexible. Almacena y
transfiere información codificada e instrucciones. Se dice que el ADN de un
humano almacena suficiente información codificada para llenar 1.000 libros cada
uno con 500 páginas de un tipo de letra muy pequeño e impreso muy cerca uno del
otro. El código ADN muestra un producto bastante más sofisticado que el de
cualquier computadora. Sorprendentemente, este enorme conjunto de instrucciones
encaja cómodamente dentro de una única célula y regularmente dirige la creación
de adultos humanos completos, comenzando con un sólo huevo fertilizado.
Incluso el ADN de una bacteria es
en extremo complejo, al contener por lo menos 3 millones de unidades, todas
alineadas en una secuencia muy precisa y con sentido. El ADN y las moléculas
que lo rodean forman un mecanismo realmente magnífico una maravilla
miniaturizada. ¡La información se almacena de manera tan compacta, que la
cantidad de ADN necesaria para codificar a toda la gente que vive en nuestro
planeta podría caber en un espacio no mayor al de una tableta de aspirina!
Muchos científicos están
convencidos que las células que contienen tan complejo código y una química tan
intrincada nunca podrían haber llegado a existir mediante un proceso químico
simple y sin estar dirigido por alguien. Sin importar como se mezclen los elementos
químicos, estos no pueden crear espirales ADN o cualquier otro tipo de código
inteligente en absoluto. Sólo el ADN puede reproducir ADN.
Dos conocidos científicos
calcularon las probabilidades de que la vida se formara por procesos naturales.
Estimaron que hay menos de 1 posibilidad en 1 elevado a la 40.000 de que la vida pudiera haberse originado por
ensayos al azar. ¡10 a la 40.000 potencia es un 1 seguido de 40.000 ceros.
¿Cómo puede uno tener una noción
de un número tan grande? De acuerdo con la mayoría de los evolucionistas, el
universo tiene menos de 30 mil millones de años, y hay menos de 10 a la 18ava
potencia por segundos en 30 mil millones de años. Así que, aún si la naturaleza
hubiera producido billones de combinaciones de códigos genéticos cada segundo
durante 30 mil millones de años, ¡las probabilidades en contra de producir el
animal unicelular más simple por ensayo y error serían inconcebibles.
En otras palabras, las
probabilidades favorecen enormemente la idea que un diseñador inteligente fue
el responsable de crear incluso las moléculas de ADN más simples. El químico
Dr. Grebe lo expresa de esta forma:
"El que la evolución orgánica pudiera
justificar la existencia de formas complejas de vida en el pasado y en el
presente haya sido descartado hace mucho por aquellos que han comprendido la
importancia del código genético del ADN."
El afamado investigador Sir Fred
Hoyle concuerda con los creacionistas en este punto. Él ha afirmado, según nuestras fuentes, que el
suponer que la primera célula se originó por casualidad es como creer "que
un tornado extendiéndose rápidamente a través de un patio de basura pudiera
armar un Boeing 747 a partir de los materiales que allí se encontrasen.
La mayoría de los investigadores
del origen de la vida concuerdan ahora con Hoyle: La vida no pudo haberse
originado por casualidad o por cualquier otro proceso natural conocido. Muchos
evolucionistas buscan ahora una fuerza teórica dentro de la materia que pudiera
empujar a ésta, a un ensamblado de mayor complejidad. La mayoría de los
creacionistas creen que esto está destinado a fracasar, ya que contradice la
segunda ley de la termodinámica.
Para terminar el articulo tiene
como conclusiones las siguientes:
- Durante toda la historia humana, nunca se ha podido justificar un caso de un ser viviente que haya sido producido a partir de otra cosa que no sea otro ser viviente.
- Hasta ahora, el evolucionismo no ha producido una explicación científica creíble acerca del origen de complejidades tan inmensas como el ADN, el cerebro humano, y otros muchos elementos complejos del cosmos.
- Es muy prematuro para los materialistas afirmar que la existencia de todos los seres vivos ha sido por evolución, cuando la ciencia aún tiene que descubrir como aún una pequeña molécula de proteína, pudo en realidad nacer mediante procesos naturales.
- No hay pruebas científicas de que la vida surgió o podría surgir alguna vez a partir de la materia inerte. Más aún, hay evidencia considerable de que la generación espontánea es imposible. Sólo el ADN puede producir ADN. Ninguna interacción química entre las moléculas se ha siquiera acercado a producir este código ultra complejo, el cual es tan esencial para toda la vida conocida.
Que Dios le bendiga
Por: Nelson Vergara